Domingo 09 de junio de 2013 | 11:58
Un grupo de bonistas italianos protestó contra la Argentina ante el papa Francisco
Fue durante el Angelus dominical en la Plaza San Pedro; la manifestación fue pequeña y estuvo encabezada por un grupo damnificados que no ingresaron al canje de deuda
ROMA.- Un pequeño grupo de bonistas italiano damnificado por el default de 2001 utilizó este mediodía el Angelus del Papa -que convocó a unas 100.000 personas en la Plaza de San Pedro-, para protestar contra la Argentina.
" Papa Francisco piensa a los ahorros italianos susbstraidos de la Argentina (sic)", decía la pancarta que desplegaron Gianfranco Lucifora y Orlando Masiero, dos bonistas italianos que no se dan por vencidos y que siguen reclamando sus ahorros perdidos. Ambos rechazaron las "míseras" ofertas de canje para la deuda en default de 2005 y 2010, e insisten con que la Argentina, "que dispone de inmensas riquezas", debe devolverles el dinero "estafado".
La protesta duró poco. Ni siquiera el Papa se había asomado de la ventana del tercer piso del Palacio Apostólico -a las 12 en punto-, que la policía italiana intervino para que el grupito saliera de la Plaza de San Pedro. Allí, de hecho, está prohibido hacer manifestaciones políticas.
Fue así que Lucifora y Masiero, acompañados por un puñado de personas, se desplazaron con su pancarte fuera del perímetro de la Plaza, decididos de todos modos a llamar la atención con su pancarta.
"En realidad el Papa no tiene nada que ver con nuestro reclamo, pero así como la presidenta Cristina Kirchner cuando fue recibida por él, le hizo un pedido político por Malvinas, nosotros también aprovechamos este momento para pedir que nos devuelvan el dinero", dijo Lucifora, que perdió 100.000 euros en títulos argentinos.
Lucifora discutió con varios peregrinos argentinos que, al ver la pancarta, se acercaron para decirle que en verdad los culpables habían sido los bancos italianos. "¡Estafadores!", contestaba el bonista, acompañado por su hermana Marisa.
"El problema es con la clase dirigente Argentina, no con el Papa, ni con los argentinos. Mi familia perdió 850.000 euros, mis padres ya murieron y no pudieron volver a ver sus ahorros, pero yo voy a luchar hasta el final para recuperarlos. La Argentina no puede seguir sin pagar su deuda: si sigue así, se hunde", vaticinó Masiero..
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