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Freitag, 25. April 2014

Siguen dudas por pago del cupón FMI ratifica que PBI creció 4,3% en 2013 en Argentina y pide más ajuste

Siguen dudas por pago del cupón

FMI ratifica que PBI creció 4,3% en 2013 en Argentina y pide más ajuste

Por: Liliana Franco
El Fondo Monetario Internacional volvió a insistir que"en Argentina, se necesita realizar ajustes adicionales de política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica, en particular teniendo en cuenta un contexto posiblemente más débil de los precios internacionales de las materias primas". Así lo señaló en el documento Perspectivas económicas: Las Américas, dado a conocer hoy en Lima, Perú por el director del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner.  

El trabajo, amplia lo publicado recientemente en sus Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), y ratifica un crecimiento de Argentina para el 2013 de 4,3% . A diferencia de lo publicado en el informe global dado a conocer durante la Asamblea de Primavera del FMI en Washington, en esta oportunidad y atendiendo a la consulta realizada porámbito.com, el organismo aclaró que sus estimaciones se realizaron sobre "cálculos y proyecciones del personal técnico del FMI".  

Cabe señalar que el 4,3% contenido en el documento del FMI se encuentra por encima del 3% calculado oficialmente por el Ministerio de Economía (según la nueva metodología aplicada para este indicador) y también por sobre la línea de 3,2% que dispara el pago de los cupones atados al crecimiento del producto.  

En el documento el Fondo dedica un apéndice a aclarar los números referidos a la economía argentina. Sostiene que "los datos del PIB de Argentina se basan en datos declarados oficialmente con anterioridad a las revisiones del PIB anunciadas por la agencia de estadísticas hacia fines de marzo de 2014". También recuerda que "el FMI ha emitido una declaración de censura y ha solicitado a Argentina que adopte medidas correctivas para mejorar la calidad de los datos oficiales del PIB". 

En el trabajo se menciona, asimismo que el Fondo solicitó mejorar la calidad de la información referida a la inflación y que el nuevo Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano (IPCNu) y que el Directorio Ejecutivo del organismo volverá a examinar próximamente este tema. Por esta causa no realiza proyecciones de aumento de los precios para este año y el 2015. De todas maneras, y aún tomando el 10,9% (ultimo dato del 2013) Argentina se ubica entre los países con más inflación de la región y del mundo.  

Desaceleración  

El trabajo reitera el pronóstico de una marcada desaceleración para la economía argentina. Se proyecta un crecimiento de 0,5% para el año próximo y de 1% para 2015. Estas cifras se encuentran por debajo del promedio de América Latina y el Caribe - calificado por el Fondo como de "ritmo lento". Para la región se prevé un aumento de 2,5% en 2014 y de 3,0% en 2015.  

Siguiendo la línea del informe Perspectivas Económicas Mundiales, dado a conocer el pasado 14 de abril, el Fondo menciona en reiteradas oportunidades como problemáticas a las economías argentina y venezolana. Al respecto, el trabajo ahora dado a conocer señala que "Argentina y Venezuela enfrentan perspectivas de crecimiento difíciles, vinculadas a importantes desequilibrios macroeconómicos y a políticas distorsivas". 

En este sentido, sostiene que "en Argentina y Venezuela se necesitan ajustes de política profundos para restablecer la estabilidad macroeconómica y evitar dinámicas desordenadas". 

El Fondo específicamente señala que "Argentina y Venezuela, a su vez, enfrentan importantes desequilibrios fiscales y externos, que llevaron a la aplicación de diversos controles comerciales, de precios y cambiarios que afectan el crecimiento". 

De acuerdo con la evaluación del organismo multilateral, en Argentina, el nivel elevado de producción agrícola impulsó el crecimiento del PIB real a principios de 2013, pero sostiene que "la actividad se desaceleró de manera pronunciada en el segundo semestre del año, y la confianza de los agentes económicos se ha deteriorado". Considera que sin acceso al financiamiento externo, "las autoridades argentinas han aumentado su dependencia del crédito del Banco Central para financiar el déficit fiscal".  

Las estadísticas del Fondo muestran un déficit en el balance primario sector público de 0,9% del PBI para el año 2013 y una proyección idéntica tanto para 2014 como para 2015.  

Nuevamente vinculando a la Argentina con Venezuela, el Fondo señala que "en ambos países, los estrictos controles del mercado cambiario y del comercio no han logrado atenuar las presiones sobre las cuentas externas, y las reservas han caído a niveles bastante bajos".  

Al respecto, uno de los cuadros del informe muestra que la relación entre las reservas brutas y el PBI (488.000 millones de dólares) argentino es de 6,3%, (30.750 millones de dólares) para el año 2013, uno de los más bajos de la región, contra el 15,9% que registra Brasil o, en el otro extremo, el 56,9% de Uruguay.  

El Fondo puntualiza que en enero, las autoridades de Argentina permitieron una depreciación del tipo de cambio oficial, respaldada por un aumento de las tasas de política monetaria internas. Sin embargo, estima que" las tasas reales continúan siendo negativas y la brecha respecto del tipo de cambio del mercado informal sigue siendo considerable".  

Refiriéndose al futuro tanto de la Argentina como Venezuela, precisa que "suponiendo que las políticas económicas no cambien de dirección, se proyecta que el producto de ambos países se estanque en 2014, aunque las proyecciones están sujetas a un nivel significativo de incertidumbre y riesgos a la baja". 

Con todo, el Fondo avaló las recientes medidas adoptadas por la conducción económica del país. Señala específicamente que "en Argentina, las recientes medidas para permitir un tipo de cambio más débil, tasas de interés internas más altas y menores subsidios a ciertos servicios públicos, son pasos en la dirección correcta". Pero, nuevamente, insiste en que "se necesitan ajustes adicionalesde política económica para restablecer la estabilidad macroeconómica, especialmente en un posible escenario de precios mundiales de las materias primas más débiles".  

Desde este punto de vista, el informe dedica un estudio a evaluar los posibles efectos "derrame" para la región de un "shock" originado en la Argentina o en Venezuela. El Fondo afirma que "los resultados de un modelo econométrico sugieren que los efectos reales de un shock originado en Argentina serían limitados en la mayoría de los países vecinos, con la excepción de Uruguay".  

El FMI también manifestó su preocupación por el efecto sobre la sustentabilidad fiscal de la región a partir de los subsidios por tiempo indefinido en las tarifas públicas. Tras señalar, por ejemplo, que "las tarifas eléctricas se fijan en un nivel inferior a los costos de producción en algunas ciudades de Argentina", señala que en muchos países estos subsidios "son el principal factor detrás de los déficits fiscales". Y que también suelen equivaler a "una importante proporción de los ingresos tributarios, como en Argentina (19 por ciento en 2013), Bolivia (25 por ciento), Haití (35 por ciento), Ecuador (aproximadamente 40 por ciento) y Venezuela (por lo menos 50 por ciento). 

El documento advierte dos riesgos para Latinoamérica: "la caída en los precios de las materias primas y los mayores costos del financiamiento externo". En tal sentido, sostiene que la región debería reforzar las finanzas públicas y acelerar las reformas estructurales.   

El débil crecimiento de la inversión y la demanda moderada de las exportaciones de la región frenaron la actividad en 2013, sostiene el FMI, al igual que los cuellos de botella del lado de la oferta cada vez mayores en varias economías.  

Según el informe, las perspectivas regionales permanecen "ensombrecidas" por una serie de riesgos a la baja. El principal peligro es una caída más pronunciada de lo previsto de los precios de las materias primas causada por el debilitamiento de la demanda de algunas de las principales economías importadoras de materias primas, especialmente China.  

Si bien considera que los efectos de una normalización gradual y ordenada de la política monetaria de Estados Unidos deberían ser limitados en la mayor parte de la región, "el aumento de la volatilidad de los flujos de capitales continúa siendo un riesgo".  

El Fondo augura que en el año en curso, en las que considera las economías financieramente integradas - Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay- se mantendrá en el mismo nivel que en 2013, en 3,5%.  

Por la importancia que tiene para la Argentina, un dato preocupante es que prevé que en Brasil el crecimiento caiga por debajo del 2% por ciento en 2014, ya que "el bajo nivel de confianza empresarial continúa afectando a la inversión privada". 

Refiriéndose a otros países exportadores de materias primas -Argentina, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Venezuela- el Fondo proyecta una caída brusca del crecimiento en 2014: desde el nivel de casi 6 por ciento registrado en 2013 a alrededor de 2,75 por ciento en 2014.  

También advierte que estas economías "deberán controlar los niveles de gasto público, que han aumentado fuertemente en la última década al haber aumentado los ingresos relacionados con las materias primas".

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